martes, 4 de diciembre de 2012

TE QUIERO


Hace  mucho tiempo decidí estudiar inglés, porque si algún día una voz interesante me decía por teléfono: “I  just called to say I love you”, sería imperdonable no entenderme con él.
Pero durante años, sólo llamó un guiri una vez por error y dado que la pronunciación británica no es fácil, abandoné la idea.
Preferí entonces aprender francés, ya que es irresistible  oir "Je t’aime" en la voz de Jacques Brel o algún otro. Pero me di de bruces con la gramática y opté por olvidarlo.
Siempre pensé que si un chicarrón de dos metros me soltaba “Ich liebe dich”, creería que me estaba amonestando y no lo intenté con el alemán.
De todas maneras, si un guapetón, como los mejores patricios de Roma, dijera “ti amo”, habría que saber italiano; pero dada la similitud con el español, no me esforcé en ello.
A estas alturas de la vida de mi corazón, en el caso de que alguna vez me encuentre en una situación sentimental de bilingüismo, he decidido que lo mejor es pronunciar aquello que tanto gustó a Melanie de su Banderas: “te quiero una jartá”. Y si por remilgo o por las circunstancias, debo dejar la “jartá”, pues simplemente: “te quiero”, suena bien.
Dicho queda, a quien lo merezca.
 
La mujer de Rojo. Dir. Gene Wilder. 1984
 

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