domingo, 23 de marzo de 2014

ALREDEDOR DE LOS CAMINOS.-


Que la línea recta es la distancia más corta entre dos puntos, nadie lo duda. Pero nuestros aparatos  de GPS  preguntan, muy acertadamente, si queramos tomar el  camino más corto o el más rápido, pues no siempre coinciden. Una carretera estrecha o  aglomeraciones de tráfico, nos hacen decidirnos por el más rápido.
De la misma manera, muchas personas abandonan el camino más corto para alcanzar metas importantes en sus vidas. Así, todos sabemos de quien para procurar el amor de una persona, en lugar de manifestárselo directamente, prefiere antes hacerse miembro de su  círculo de amistades o acudir a los lugares que frecuenta. Igualmente ocurre en el terreno laboral. Conocemos sujetos que,  cuando pretenden alcanzar un puesto más o menos  relevante,  no buscan la forma de opositar o formarse, para hacerse merecedor del mismo, que en teoría sería lo más corto. Ellos frecuentan los bares o clubs sociales del delegado o ejecutivo responsable del asunto y si es necesario, se hacen del mismo equipo de fútbol o partido político, para así, después de muchas vueltas alrededor del sujeto, haber conseguido su confianza y a ser posible su agradecimiento en alguna cuestión, que le lleve a lograr su objetivo.  Los mismos medios se utilizan para conseguir cargos en partidos políticos, asociaciones y otros grupos. Antes de presentarse a unas elecciones, se aseguran su sitio con estas artes.
Euclides nos habló de Geometría, que estudia el espacio, pero en nuestra vida cuenta mucho el tiempo y a menudo se toma el camino rápido, que no el recto.
Curva del camino en el bosque. Paul Cezanne

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