Su hermano mayor, Jorge, adolescente narcisista, se mostraba
muy celoso con estas afirmaciones de su hermano, pues siempre había pretendido
ser su héroe, sin lograrlo.
Un día, que iban por la calle, Jorge lo llevó hasta la
Escuela de Idiomas y en una lista de alumnos, le enseñó su nombre junto a la
palabra “Apto”. Después le mostró a Javier otra lista donde junto al nombre de
su profesor, figuraban las palabras “No Apto”.
Javier no le preguntó nada a su profesor destronado, ni éste contó
nunca que le faltaba tiempo libre para dedicarlo a estudiar inglés, que en su
momento no le enseñaron y que después le exigían sus superiores.
De todas maneras, los dos hermanos tardaron mucho en volver
a hacer algo juntos.
Una lección de Andrés Bello. Simón Bolívar. Tito Salas 1930