Entonces se les ocurrió decirle a la
asistenta que para recuperar esta pérdida estarían un buen tiempo sin pagarle.
Como estaba interna, sólo tendría la comida y el alojamiento.
Ella no pudo hacer otra cosa. No
tenía dónde ir y no encontraba otro empleo. Oía que otras personas negociaban
despidos, cobraban el desempleo, cambiaban de empresa, pero no era su caso.
Pasado un tiempo oyó la noticia de
que el gobierno había tenido una gran pérdida económica a través de los bancos,
pero no lo pagaron los culpables. Entonces le quitaron parte del sueldo y
derechos a sus empleados. Ella pensó que todo esto le sonaba, que ya lo había
vivido.
El Fregadero. Giuseppe Crespi "El Español". 1720
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