Aquella mañana el salió de su casa para trabajar, como siempre, a las 7,45, después de besar a su esposa y
echar una mirada a los dormitorios de sus hijos. Repetía lo mismo cada día desde hacía
15 años. Anteriormente estuvo trabajando lejos y se sintió feliz cuando
tras superar unas pruebas y méritos, consiguió ese puesto estable en su ciudad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario