domingo, 2 de junio de 2013

TESTIGOS MUDOS.-


Hay personas, que las conoces del colegio, del barrio, o de la casa de tus abuelos y que en ocasiones  te van recordando que están ahí llevando una vida paralela a la tuya.
Puede que hayas compartido juego con alguna, pero no recuerdas sus nombres ni  si alguna vez  existió alguna conversación entre vosotros.
Te cruzabas con algunas en el Instituto , habéis coincidido en algún bar, fiesta o una caseta de feria,  o viendo la procesión de tu barrio, o cuando fue a una gestión a tu oficina, o simplemente de tarde en tarde por la calle.
Sabes con quienes se han casado o vuelto a casar y los niños que han tenido.
A veces las ve en una fiesta de fin de curso del colegio de tus hijos, o llevando a los suyos al mismo espectáculo o fiesta donde vas con los tuyos.
Más tarde, están en la estación, igual que tú,  despidiendo a los chicos que estudian fuera.
Un día, te las encuentras en la boda o el entierro de un allegado común, os miráis y descubres la huella del tiempo en su semblante y adviertes que por ti han pasado los mismos años.
Otra vez os habéis encontrado en el Hospital, acompañando a vuestro padre o madre.
 
Hoy te has encontrado a uno de esos antiguos chicos del barrio en un geriátrico, estabais  de visita y por primera vez en tu vida has hablado con él. Has empujado una silla de ruedas hacía él, porque vuestros familiares, también se conocían desde niños y querían saludarse.
Al salir, y darte el aire fresco en la cara, te has dicho con desagrado: “ya sé dónde coincidiremos dentro unos años”
 
El Salón de Baile en Arlés. Vincent van Gogh, 1888. Museo D'Orsay

 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Mucho mejor que la versión que presentaste en el Taller. Felicidades.
J.M.