Recogí apresuradamente las caretas y los trabajos de
carnaval que estaban haciendo mis alumnos y a la hora del recreo me fui al
hospital con fundadas sospechas de que querías adelantar tu llegada a este
mundo. Ya de madrugada me avisaste, pero esperé por si era una falsa alarma, y
no fastidiar a nadie.
La abuela, en Cádiz, preguntaba si te habías decidido, para
llevar a tu hermana al carrusel de coros o esperar a que la recogiera papá,
pero no hubo dudas, en cuatro horas me encontré con tu preciosa cara.
Siempre me gustó decirte que, nacer en carnaval te había
impregnado de un ingenio y humor, de los que muchas veces has hecho gala y
conseguido premios con tus disfraces.
Y como naciste siendo la pequeña, siempre tuviste quien te llevara de la mano y a quien seguir, hasta que el almanaque marcó el momento de pedirte respuestas para las que tienes que explotar el ingenio, la agudeza y por supuesto, el humor.
Y como naciste siendo la pequeña, siempre tuviste quien te llevara de la mano y a quien seguir, hasta que el almanaque marcó el momento de pedirte respuestas para las que tienes que explotar el ingenio, la agudeza y por supuesto, el humor.
¡Feliz cumpleaños, amor!
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