Un elefante, se balanceaba, en la tela de una araña.
Como veía que no se caía, fue y llamó a otro elefante.
Dos elefantes se balanceaban...
Pero uno se cayó y la cadera se rompió.
Y todo el pueblo de su vaivén se enteró.
Arte callejero en Rotterdam
1 comentario:
Teno
dijo...
El relato muy original y muy cortito, pero cuanta verdad dice, y esta vez nos hemos enterados pero cuantas veces y cuantas cosas no nos hemos enterado y que ya han pasado. Saludos Teno.
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El relato muy original y muy cortito, pero cuanta verdad dice, y esta vez nos hemos enterados pero cuantas veces y cuantas cosas no nos hemos enterado y que ya han pasado. Saludos Teno.
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