viernes, 20 de abril de 2012

VOLVIÓ UNA NOCHE, SIN MÚSICA DE TANGO.

Volvió una noche. Lo ví desde la ventana, inconfundible con su pelo negro y su caminar, cauteloso pero decidido. Corrí hacía la entrada con la intención de impedirle el paso, pero entró. Me miró con los ojos fijos y muy brillantes, me estremecí y él se abalanzó sobre mí, haciéndome daño. Entonces fui a buscar algo contundente para defenderme, pero, cuando volví ya no estaba.
Creo que en ese momento lo habría matado, ¡no aguanto más al gato de la vecina!


La noche estrellada. Vincent Van Gogh. 1889.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Te felicito por tu blog, ha sido para mí todo un descubrimiento. Me gustan todos tus microrrelatos. Ánimo y no cambies, te estoy vigilando...