lunes, 30 de abril de 2012

DETRÁS DEL ÚLTIMO


A menudo había oído la frase: “Detrás del último, no va nadie”.
Se presentó a la selección de personal de una gran empresa. Al llegar preguntó: ¿quién es el último? –Pues yo voy detrás.
Y el allí no fue nadie.

El Hombre invisible. Salvador Dalí. 1933

viernes, 27 de abril de 2012

Y ESO, POR PRESUMIDA.

Celia salió de la ducha ilusionada porque Fernando, aquel chico de su pueblo que tanto le gustaba, por fin parecía prestarle atención. La había invitado a su fiesta de graduación en la Universidad y además, él, que era motero, la recogería en su Aprilia 650,  en una calle cerca de donde ella se alojaba, el piso de una amiga en una zona peatonal.
Cuando entró en la habitación vio sobre la mesa un casco que la amiga le había dejado antes de salir. Ella, poco había ido en moto y nunca con un casco integral de ese tipo, así que decidió probárselo para comprobar si le aplastaba mucho el pelo y también para no parecer después una inexperta al quitárselo. Pero cuando quiso, no pudo quitar el cierre por más que apretaba. Tiró de un lado, después de otro, ambos a la vez con fuerza, y no hubo manera. Tampoco debía cortar las correíllas. No podía despojarse de él. Se miró en el espejo por si había alguna pieza en la que no hubiese reparado y… se dio cuenta de que solo llevaba la toalla. El pánico empezó a adueñarse de ella. Intentó llamar por teléfono, pero así no podría. Tampoco era posible poner un mensaje de móvil porque no llevaba las gafas que usaba. Se asomó a la ventana por si veía alguien que pudiera ayudarla, pero nada.
Cuando intentó ponerse su precioso vestido, de vuelo, pero ceñido por arriba y no le entró por los pies, se dio cuenta de que no iría a ningún sitio. La camiseta que se había quitado, se ponía por la cabeza y su amiga usaba cuatro tallas más que ella. Tímidamente salió y llamó al piso de al lado, sin respuesta. Si salía andando por el centro,  con el casco y con una ropa que más podría parecer un disfraz, la detendrían. Además, cuando llegara, Fernando ya se habría ido.
Exhausta, decepcionada, con dolor de cabeza, se echó sobre la cama y lloró.

A las pocas horas, llegó la amiga, que no pudo evitar la risa en medio del drama. Con un toque certero abrió el casco y la convenció para que se vistiera y fuese, si no llegaba a mitad de la cena, estaría al menos en el baile,  -le dijo. Aunque triste y malhumorada, después de ver que tenía siete llamadas perdidas de Fernando, así lo hizo y  buscó un taxi que la llevara al hotel donde se celebraba la fiesta. Lo llamó al móvil, pero no hubo respuesta. Al llegar vio algunos recien graduados en el jardín; habrán terminado ya de cenar, –pensó. Le pareció ver a Fernando caminando, sí era él, acompañaba a una chica a la que rodeaba con el brazo por la cintura. Instintivamente se dio media vuelta.
Tardaron mucho en volver a verse.
Vacaciones en Roma. William Wyler. 1953



martes, 24 de abril de 2012

NUEVOS POBRES


Todos hemos oído la expresión “nuevos ricos”, cargada de cierto desdén y mofa, y también alguna vez la de “persona venida a menos”, ésta, en voz más baja y con cierta compasión.
Tristemente, creo que necesitamos acuñar la de “nuevos pobres”. Y eso va por ti, amigo, que antes de tener las muelas del juicio, ya tenías fijo el despertador en las siete de la mañana para ir a trabajar. Por ti, que preparaste oposiciones con más o menos éxito, pasaste multitud de pruebas, o estudiaste en la UNED. Tú,  que quizás corriste delante de los grises, pidiendo a gritos la democracia, y has participado en grupos y movimientos culturales, reivindicativos, sociales, ONGS, sindicatos, etc., en un intento de mejorar la sociedad. Posiblemente te venció el sueño leyendo un cuento a tus hijos, después de acompañarlos a clase de música, gimnasia o idiomas, o bien, cuando cuidaba de tus padres. También fuiste enfermo a trabajar. Incluso puedes padecer una enfermedad profesional no reconocida.
Y tú amiga, además de todo lo anterior,  tuviste que suprimir la lactancia de tu hijo porque el horario laboral así lo exigía y lloraste camino del trabajo el primer día que lo dejaste en la guardería o colegio.
Amigos, a vosotros que habéis pagado hasta el último euro de vuestros impuestos y todo lo que hubiera que pagar, además de varias cuotas voluntarias, como el apadrinamiento de un niño del tercer mundo; que rara vez os ha llegado alguna ayuda gubernamental, a vosotros os bajaron el sueldo y os lo volvieron a bajar, y os suprimieron categorías y complementos. Y alguno de vosotros puede ser víctima de un E.R.E., y no sabemos qué más.
Pues tú y tú y yo podemos ser los “nuevos pobres”; porque de ir a menos, nada. Los pobres suelen tener dignidad y honradez. Y como dice Miguel A. Revilla: “Nadie es más que nadie” y “ser feliz no es caro”.
Con cariño para todos los afectados.

Novecento. Bernardo Bertolucci. 1976

lunes, 23 de abril de 2012

EL MANTEO DE SANCHO


-Papá, mira ese tapiz ¿de dónde cae ese señor que recogen?
-No cae, lo están manteando.
-Y eso ¿qué significa?
-Pues que lo tiran hacia arriba con una manta y luego lo recogen. Están jugando.
- Ah, y él hace como si fuera una pelota. Es el Sr. Pelota.
- No hijo, es Sancho Panza, el amigo del Quijote.
-¿Y quién era el Quijote?
-Pues otro señor, interesante, pero un poco loco, que viajaba en su caballo y a veces se peleaba con unos molinos creyendo que eran gigantes o perforaba botas de vino con la espada.
-¿Y por qué era su amigo, si estaba loco?
- Quizás para recordarte a ti, que hay que ser bueno y tener altos ideales, pero siempre con los pies en la tierra.
- Ah, comprendo, que no permita que me manteen.


El manteo de Sancho. Colección tapices flamencos. Taller de Urbano Leyniers (1674-1747)

domingo, 22 de abril de 2012

DOS ELEFANTES

Un elefante, se balanceaba, en la tela de una araña.
Como veía que no se caía, fue y llamó a otro elefante.
Dos elefantes se balanceaban...
Pero uno se cayó y la cadera se rompió.
Y todo el pueblo de su vaivén se enteró.

Arte callejero en Rotterdam

viernes, 20 de abril de 2012

VOLVIÓ UNA NOCHE, SIN MÚSICA DE TANGO.

Volvió una noche. Lo ví desde la ventana, inconfundible con su pelo negro y su caminar, cauteloso pero decidido. Corrí hacía la entrada con la intención de impedirle el paso, pero entró. Me miró con los ojos fijos y muy brillantes, me estremecí y él se abalanzó sobre mí, haciéndome daño. Entonces fui a buscar algo contundente para defenderme, pero, cuando volví ya no estaba.
Creo que en ese momento lo habría matado, ¡no aguanto más al gato de la vecina!


La noche estrellada. Vincent Van Gogh. 1889.

jueves, 19 de abril de 2012

SI TÚ ME DICES...

Si tú me dices ven, no dejaré nada.
Si tú me dices ven, mañana se lo dirás a otra.
Si tú me dices ven... lo pensaré.
Mira, mejor vete tú solo y ya hablaremos


El viajero. Eduardo Úrculo. 1992. Foto:Wikipedia

martes, 17 de abril de 2012

EL TIEMPO

Dicen que el tiempo todo lo borra.
Pero, perdió la goma... y aquí te tengo.


Relojes blandos. Dalí. 1931

lunes, 16 de abril de 2012

ASÍ EMPEZAMOS, cap. 3


Él se paseaba delante de mí, insinuante, una y otra vez. A mí me gustaba, e hice lo mismo. Pero jugaba a hacerse el duro. Así que en medio de aquel tinglado de personajes, tomé un disfraz de animal e inyecté una pócima en la fruta de su cena.
Sucumbió. Pasó lo que tenía que pasar. Pero enseguida se enteró el director de escena, que no quería líos entre sus protagonistas y nos expulsó al tiempo que cambió el guión de la historia.
Yo me quedé embarazada y, como era un hombre cabal, de los antiguos, cumplió y me llevó con él. Como es normal, tuvimos más niños; por supuesto, en los partos nunca me pusieron la epidural, y él trabajó, siempre trabajó mucho.
Aunque los graves sucesos con mis hijos mayores enturbiaron nuestras vidas, Adán fue siempre un buen padre y un buen marido y para él la más importante siempre fui yo, su Eva.

El Jardín de las Delicias. Jerónimo Bosch. "El Bosco".

sábado, 14 de abril de 2012

LA ENCONTRÉ

De haberla conocido antes, la habría buscado deseoso cada día al salir del trabajo. Por ella hubiera ignorado bastantes bares mediocres y tugurios donde pasé tantas horas. La habría presentado enseguida a mis amigos y familiares.

Ella es casi perfecta, la única comparable a la pobre mamá. Siempre tiene una sonrisa cuando me ve, sabe lo que me gusta y procura agradarme. Por eso le soy fiel.

Ella es la mejor, la cocinera del bar “El Andaluz”.

Sorolla. Juerga andaluza

viernes, 13 de abril de 2012

BUSCANDO MUSICA


La radio estaba aburrida y tomé un CD para oírlo; tuve dificultad para colocarlo en el aparato y… ¡ay, ay!...¡¡socorro!!...¡Dios mío!
Mi coche se estrelló contra un árbol. Salí a duras penas y comprobé el impacto: la mitad delantera del auto estaba destrozada y…”dichoso el árbol que es apenas sensitivo”.

jueves, 12 de abril de 2012

CAFÉ Y COPA


De una reciente entrevista a Felipe González en el programa Salvados, de la Sexta, aparte de otras interesantes aportaciones, me llamó la atención la siguiente afirmación:
“Lo único que puedes decidir en esta vida, en serio, ¡eh!, y  te lo digo ya cumplidos los setenta años, es con quién no vas a tomar café”.
Esto, dicho por una persona con su recorrido,  me hizo pensar un poco y no quise llegar a ninguna conclusión cuando alguien que creemos nuestro amigo, tiene otros compromisos, obligaciones... cuando de tomar un café se trata… ¡Uy!, ¡uy! Y de copa, ni hablamos.

Renoir. En el Café. 1877

miércoles, 11 de abril de 2012

LA VISITADORA

¡Ahí viene, ya llega! ¡Qué guapa es! Tiene los  ojos más grandes y más profundos que he visto, una boca perfecta y un pelo negro azabache que enmarca su bonita cara. Y, además, un tipazo. Quizás sea un poco más alta que yo. Es una satisfacción verla cada día.
Se sienta a mi lado y hablamos, a veces de naderías, a veces en serio y a veces callamos. También paseamos un buen rato, no me importa que estemos en silencio. Pero,  a menudo sin esperarlo, mira el reloj y se marcha.
¡Lástima!, a la mujer más guapa y quizás la más joven que he tenido a mi lado, tengo que pagarle... Bueno, mis hijos le pagan también una parte, para que venga al geriátrico a visitarme, me pasee en mi silla de ruedas y me ayude si tengo algún problema, pues ellos trabajan fuera.


martes, 10 de abril de 2012

¡LO VÍ!


Hoy lo he visto, lo he visto y me ha mirado. Hoy el muy canalla, no me ha hablado.

Gioconda "española". ¿Leonardo? ¿discípulo? Algún experto apunta a que ésta sería la original, pues su mirada al frente indicaría que mira al maestro y la otra obra, simultánea, a un alumno situado junto a él

lunes, 9 de abril de 2012

¿BÉCQUER?

Por una llamada, un mundo; por una entrevista, un cielo; por un empleo... yo no sé que te diera por un empleo.


                                                        Las hilanderas. Velazquez

domingo, 8 de abril de 2012

PERDIDOS


Estábamos hartos de llevar pegado a Abdul, aquel chico que decía que él no era un guía, sino un amigo, que no cobraba por horas como otros,  sólo  nos acompañaba para practicar español. Habíamos conseguido con su presencia quitarnos de encima a otros que insistían en llevarnos  por las calles de Fez, esa hermosa ciudad marroquí,  que tanto nos apetecía disfrutar paseando tranquilamente.

Vimos una calle que daba a una salida de la medina, así que despistamos a nuestro acompañante y entramos en otra perpendicular estrecha para que no nos viese. Seguimos un poco más para aprovechar y ver el zoco de las especias y comprar algo.

 -¡Qué olor tan penetrante!, ¡cuidado!, ¿de dónde habrá salido este burro?, no me lo explico, si estas calles apenas alcanzan dos metros de ancho…no, no, quiero alfombras, ¡vaya, ya nos salió otro guía!, ¡una moto, que viene una moto!,  me ha rozado la yerbabuena hasta los ojos…

 Nos cogimos del brazo fuertemente e intentamos salir de allí, pero aquel laberinto de calles cada vez era más complicado y estrecho. Volvimos a pasar por los plateros, los carpinteros, todos los artesanos nos ofrecieron de todo y nuestro nuevo guía sonreía. Llegamos a los peleteros y el hedor de los tintes que se acercaba se hacía ya insoportable. Todo nos resultaba ya conocido, pero la prometida salida no aparecía.
-¡No, por favor!-, Abdul otra vez. Ambos guías se enzarzaron en una discusión, de la que no entendimos nada. Enseguida nos rodearon varios hombres más. Casi a empujones,  se marchó el segundo y Abdul nos dijo:
-No hay problema, amigos. Sólo tenéis que pagarme a mí cincuenta euros, yo le pago a él y el resto es vuestro regalo, pues yo os he acompañado toda la mañana y os he evitado muchos problemas.

sábado, 7 de abril de 2012

HERIDO

Cuando la vi partir sentí como una herida en el pecho. Esperé y no volvió la cabeza, ya me dolía hasta el alma.
Cuando la perdí en la lejanía, me dejé caer sobre un árbol e intenté recuperar el ritmo de la respiración. Miré hacia arriba y pensé: dichoso el árbol que es apenas sensitivo.

jueves, 5 de abril de 2012

...Y LLOVIÓ


Llovió la tarde del Jueves Santo, uno de los tres que relucen como el sol. Se mojaron los zapatos nuevos,  los tacones resbalaron, se deslució el charol y también  se estropearon los peinados hechos por profesionales. Las gabardinas y chubasqueros aparecieron pronto tapando las corbatas nuevas, los trajes oscuros de supermercado, los bellos vestidos negros, algunos reciclados de la nochevieja, las joyas y el glamour. Se abrieron los paraguas y taparon las lindas mantillas y  peinetas, ya fueran de plástico o de carey.

El vendedor de cacahuetes se va rápido con su canasto. Los palcos y sillas quedaron desiertos, ese dinero ya está cobrado; los camareros recogían las mesas de las terrazas. El autobús cambió la parada y los taxis escaseaban. Los penitentes rompieron filas y pisaron el azahar de las aceras.

¡Qué  pena!, fue  la frase más oída, “todo el año esperando” –lamentaron otros-. “Cuánto dinero van a perder los de la hostelería, con la falta que hace”- reflexionaron muchos-.

Los pasos con las excelsas imágenes cambiaron su rumbo para guarecerlas en los templos más cercanos y todavía había quién se consolaba: “El domingo, cuando vuelva a su iglesia, la tenemos otra vez  fuera, por calles por donde nunca pasa,  con música y mucha gente".
Foto: Diario de Jerez

martes, 3 de abril de 2012

NO VUELVAS, REY


Dos niños peleaban por montar la pequeña bicicleta de plástico.

El padre la partió en dos trozos y los repartió.

Años después dos hombres lo recordaron y se entristecieron.