viernes, 6 de febrero de 2015

NI UN DIA SIN ÉL.-


¡Que mala suerte!  Sólo hace unas horas que no estamos juntos y me parecen una eternidad. Creo que no podré vivir sin él, después de tanto tiempo a mi lado. ¿Con quién hablo yo ahora?  ¿quién me hará reír? ¿Con quién jugaré por las noches antes de dormir? No sé qué había más si costumbre o  pasión,  pero noto tanto su ausencia…  Además,  incluso mis amistades las controlaba él. Quizás llevada por la comodidad, no se hacía una quedada  en la que él no interviniera…
Definitivamente, voy a buscar una solución. Ahora mismo salgo a comprar otro teléfono móvil.
 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Precioso microrrelato. Un saludo. JAEM